En su origen, las viviendas eran casas pequeñas, con techo de palma y de dos aguas, sus testeras de carrizo y pisos de tierra. Cuando los hombres empezaron a ir a Estados Unidos de Norteamérica, en los años cincuenta, construyeron sus casas de piedra, de adobe o ladrillo rojo, también de dos aguas, con sus tejas rojas y un corredor o terraza que luego adornaron con flores, tenían dos ventanitas al lado de la puerta.
La
arquitectura vernácula de la mixteca nos habla de pureza, austeridad y
sencillez, de ella podemos interpretar lo que nos dicen los mayores a través
del manejo de su textura, sus colores, sus materiales y sus composiciones. Por
medio de su arquitectura se hace referencia a la expresión, al sentimiento de
un pueblo y a su propia cultura. La construcción de las casas en Rancho
Castillo es por lo general sencilla y pura. Todavía se conservan algunas casas
de adobe, teja o piedra roja de cantera.
Este rancho es
un poblado pequeño, aproximadamente 200 habitantes, con servicio de luz
eléctrica, agua entubada y una escuela unitaria, (un profesor para todos los
grados). En el centro de la Agencia El Castillo,
hay un templo en construcción, una construcción para los servicios de la
cofradía, otra para la administración pública que consta de una sala de juntas,
la oficina del Agente, la Casa de Salud y una bodega.
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